lunes, 24 de enero de 2011

Misión Guayaquil - Ecuador


En 2001 yo estaba sirviendo la misión en Guayaquil, Ecuador [nota: misionero norteamericano]. Como deben saber, los misioneros están emparejados de dos en dos y se les llama “compañerismos”. Mi compañero en aquel momento en particular era un elder de Chile. Vivíamos en una pequeña casa de dos niveles hecha de bloques de hormigón y cemento a las afueras de un pequeño pueblo cerca de Guayaquil. Vivíamos en el nivel inferior. Mi compañero había vivido en esta casa durante un par de meses antes de llegase y en ese momento, habia llegado dos meses antes.
Como ustedes saben, los misioneros tienen un horario muy estricto y nuestro programa consistió en un “estudio de compañerismo” todas las mañanas de 07 a.m.-08 a.m.. Durante ese tiempo, estudiabamos las charlas misionales, y yo, siendo de América del Norte, estudiaba español con él.
Una mañana, mientras estábamos estudiando, escuchamos lo que sonaba como pasos corriendo por el piso del segundo nivel, justo encima de nuestras cabezas.... Nos miramos el uno al otro e inmediatamente rechazamos la idea de los ratones o ratas, porque los pasos eran tan fuertes y duros, que no podrían haber sido posibles de realizar con un pequeño roedor o animal. Los pasos corrian de un extremo del piso a la otra. Ya que el misionero chileno había vivido allí más de lo que yo habia estado, le pregunté si sabía lo que estaba pasando en el segundo nivel. Me dijo que nunca habia estado en el piso superior y hasta donde sabia, eramos los unicos en la casa. Fue una experiencia extraña escuchar los pasos, pero no nos preocupamos mas del tema asi que continuamos con el programa habitual de los misioneros.
Aproximadamente un mes más tarde, cuando estábamos de nuevo estudiando, escuchamos la misma cosa sobre nuestras cabezas. Esto nos puso muy interesados en saber que estaba pasando en el segundo nivel, por lo que decidimos investigar. Encontramos de que sólo había dos maneras de llegar a ese nivel. Una forma era a través de nuestra habitación. Había una puerta ubicada al lado del frente de mi cama, sin embargo, esta puerta tenía 8 o 9 bloqueos o candados de arriba a abajo como si alguien hubiese dejado esa puerta cerrada con la intención de que nunca mas se pudiese abrir de nuevo. No habia pensado mucho sobre esa puerta hasta que oi los pasos, pero recuerdo que pensé que era un poco espeluznante. La otra manera de llegar al segundo nivel era a través de la cocina. Había una gran puerta de acero negro que daba a una escalera de tipo caracol y que nos llevó hasta el segundo nivel. Parecía como si la puerta no hubiese sido abierta en años, tuvimos que abrirla con toda nuestra fuerza y un par de utensilios de cocina. Fuimos capaces de tener la puerta negra abierta y terminamos subiendo la escalera. La única fuente de luz que teníamos eran las velas, así que tuvimos un par de velas encendidas para darnos la luz necesaria. Cuando llegamos al segundo nivel, y para nuestra sorpresa, había una gran cantidad de imágenes de niños pequeños. Estas imágenes, algunas reales y algunos dibujos, se colocaron en círculo alrededor de lo que parecían ser velas quemadas. No encontramos dibujos en el suelo, sólo velas quemadas y la cera derretida en todas partes. Pensamos que era un poco espeluznante pero tuvimos un sentimiento que nos dio animo para dejar eso asi y no preocuparnos del asunto, por lo que después de mirar a su alrededor un poco de nuevo volvimos a nuestro programa regular.
Una semana después estábamos volviendo de un día de servicio y los dos decidimos ir a dormir un poco más temprano de lo normal. Como mencioné antes, había una puerta de madera junto a la cabecera de mi cama con 8 o 9 bloqueos en él. Cuando estaba tirado en la cama simplemente para relajarme y mirar por mi ventana, escuché tres muy fuertes y distintivos golpes que provenían del otro lado de la puerta. TOC! TOC! TOC! Los instintos se hicieron presentes y me tire las sábanas sobre mi cabeza, muerto del miedo, porque sabía que sólo había otra manera de llegar a la escalera que conducía arriba y que esta estaba en la cocina. Le grité a mi compañero, que estaba en su cama en el otro extremo de la habitación, pero él estaba dormido y no despertaba. Yo me estaba volviendo loco a causa de los golpes, así que seguí mi cabeza bajo las sábanas el resto de la noche.
Me dormí a dormir porque lo siguiente cosa la recuerdo al despertar exactamente a las 3:00 am. Yo saqué la cabeza fuera de las mantas para mirar alrededor y ver si había algo inusual, pero afuera habia sólo una tormenta con una gran cantidad de rayos.
A la mañana siguiente, nos levantamos para el estudio de compañerismo y le conte la historia de lo que me pasó esa noche a mi compañero. Le hablé de los golpes y que me desperte a las 3. Cuando estaba contandole todo esto, mi compañero me miró de manera extraña y me preguntó: “¿Qué es eso en tu cara?” Me toque la cara pero no note nada fuera de lo común asi que corri al espejo del baño y para mi horror, tenía tres largas rayas en el lado derecho de mi cara que iba desde la parte superior de la frente hasta la parte inferior de la barbilla. Eran tres largos, distinguibles y muy rojos arañazos a lo largo de la cara. Me quedé mirando, pensando en cualquier posible explicación de por qué estaban allí y por qué tres. Me quedé pensando en los tres golpes, el despertar a las 3:00 de la mañana y ahora tres rayas.
Ni que decir de que fue la última noche que pasamos en esa casa. Buscamos un nuevo apartamento y no pasó nada mas después de eso.
Yo nunca había oído hablar de arañazos paranormales hasta que un par de años más tarde, cuando volvi a casa luego de la mision, estaba navegando por Internet y me encontré con algunos sitios que se especializan en ese fenómeno en particular. Yo estaba asombrado de lo que leí, y hasta hoy, todavía me pregunto que eran esas tres rayas y qué representaban….
Cumorah.org


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